Vacunas y cáncer: Desentrañando el controvertido caso de Pfizer
Las vacunas han sido un tema central de discusión en los últimos años, especialmente desde el rápido desarrollo de las vacunas de ARNm contra el COVID-19. Recientemente, ha surgido una controversia que involucra la vacuna de ARNm de Pfizer y su supuesta relación con el cáncer. Kevin McKernan, un experto en genómica, ha expresado preocupaciones sobre la persistencia del ADN de la vacuna en el cuerpo humano, sugiriendo una posible conexión con el desarrollo de cánceres agresivos. Aunque estos hallazgos han generado alarma en ciertos sectores, las agencias reguladoras y la comunidad científica se mantienen escépticas, señalando la falta de pruebas concluyentes que establezcan un vínculo directo. Este debate subraya la necesidad de realizar investigaciones transparentes e independientes para aclarar los efectos a largo plazo de las vacunas de ARNm. Para obtener más información sobre este tema, puede consultar este artículo.
El argumento de McKernan
Persistencia del material genético
Kevin McKernan, experto en genómica y ex miembro del Proyecto del Genoma Humano, ha expresado su preocupación sobre la duración de las vacunas de ARNm en el cuerpo. Contrariamente a lo que se pensaba inicialmente, que el material genético se eliminaba en 48 horas, McKernan señala que hay evidencia de su persistencia por períodos más largos. Según sus hallazgos, se ha detectado material genético de la vacuna en tejido cardíaco hasta 30 días después de la vacunación y en plasma sanguíneo hasta 28 días después. También menciona detecciones en placentas y leche materna.
El caso del cáncer de colon
McKernan presenta un caso alarmante de un paciente que recibió cuatro dosis de la vacuna de Pfizer y desarrolló un cáncer de colon agresivo un año después, falleciendo en solo 30 días. Su equipo analizó biopsias tumorales y afirma haber encontrado altos niveles de secuencias de ADN de la vacuna dentro del tumor. Aunque no establece una relación causal directa, sugiere que esto podría indicar una posible integración y amplificación del ADN de la vacuna en las células cancerosas.
Evidencia de apoyo
Estudios sobre persistencia del ARNm
Varios estudios respaldan la idea de que el material genético de las vacunas persiste más tiempo del esperado. Por ejemplo, Krauson y sus colegas encontraron ARNm en tejidos humanos, incluido el corazón, hasta un mes después de la vacunación. Otro estudio de Fertig y su equipo detectó secuencias de ARNm de la proteína spike en sangre hasta 28 días después de la vacunación. Estos hallazgos cuestionan la idea inicial de que el material genético de las vacunas se elimina rápidamente del cuerpo.
Posibles mecanismos
Algunos investigadores han propuesto mecanismos que podrían explicar cómo la persistencia del material genético de las vacunas podría llevar a problemas de salud. Entre estos se incluyen la transcripción inversa, donde el ARNm podría convertirse en ADN e integrarse en el genoma, y la sobrestimulación del sistema inmunológico. Aunque estos mecanismos son teóricos, han generado preocupación y llamados a una investigación más profunda.
Objeciones y contraargumentos
Posición de los reguladores
Las agencias reguladoras y la comunidad científica mantienen una postura escéptica frente a estas afirmaciones. Organizaciones como FactCheck.org y AP sostienen que no existe un vínculo probado entre las vacunas de ARNm y el cáncer o la alteración del ADN. Argumentan que el ADN residual en las vacunas está presente en cantidades mínimas, muy por debajo de los límites de seguridad establecidos. Agencias como la TGA de Australia, el PEI de Alemania y la FDA de Estados Unidos afirman que los lotes de vacunas cumplen con las normas de seguridad.
Críticas a la metodología
Los críticos de McKernan señalan posibles fallos en su metodología, como la contaminación de laboratorio o la sobreinterpretación de señales débiles. También argumentan que la presencia de ADN del promotor SV40, utilizado en la producción de vacunas, no es suficiente por sí sola para causar cáncer. Estos expertos enfatizan la necesidad de estudios más rigurosos y a gran escala para establecer cualquier relación causal entre las vacunas y el cáncer.
Situación actual y perspectivas futuras
Necesidad de más investigación
La controversia destaca la importancia de realizar investigaciones independientes y transparentes sobre los efectos a largo plazo de las vacunas de ARNm. Aunque hasta ahora no se ha establecido una relación causal entre la persistencia del ADN de las vacunas y el desarrollo de cáncer, muchos científicos coinciden en la necesidad de estudios más exhaustivos. Se ha sugerido la implementación de programas de secuenciación de biopsias para obtener datos más concluyentes.
Implicaciones para la salud pública
Este debate tiene implicaciones importantes para la salud pública y la confianza en las vacunas. Es crucial que las autoridades sanitarias aborden estas preocupaciones de manera transparente y rigurosa. La comunicación clara y honesta sobre los riesgos y beneficios de las vacunas es esencial para mantener la confianza del público en las estrategias de salud pública.
El ADN de la Vacuna y su Persistencia
Lo que Dice la Evidencia Actual
La evidencia actual sobre la persistencia del ADN de las vacunas es un tema complejo y en evolución. Según un estudio publicado en Science Direct, el ARNm de las vacunas puede detectarse en el cuerpo durante períodos más largos de lo que se pensaba inicialmente.
Investigadores han encontrado trazas de ARNm en tejidos linfoides hasta 60 días después de la vacunación. Esto contradice la creencia inicial de que el material genético se degradaba rápidamente.
Sin embargo, es importante notar que la presencia de ARNm no implica necesariamente efectos negativos. Los expertos continúan estudiando las implicaciones de estos hallazgos para la seguridad a largo plazo de las vacunas.

Estudios que Levantan Dudas
Varios estudios recientes han planteado interrogantes sobre la persistencia y los posibles efectos del ADN de las vacunas. Un análisis publicado en MDPI sugiere que el ARNm podría tener mecanismos para evadir la degradación celular.
Investigadores en Japón han reportado la detección de secuencias de ADN de la vacuna en tejidos hasta varios meses después de la inoculación. Estos hallazgos han generado preocupación sobre posibles efectos a largo plazo.
Es crucial señalar que estos estudios aún requieren validación independiente y que sus implicaciones clínicas no están completamente claras. La comunidad científica enfatiza la necesidad de más investigación para comprender plenamente estos fenómenos.
Posibles Vínculos con el Cáncer
Casos Reportados y Análisis
Un estudio publicado en el Journal of Nephropharmacology ha reportado casos de desarrollo rápido de cáncer en pacientes vacunados. Estos informes han generado alarma en algunos sectores de la comunidad médica y el público en general.
Un caso particularmente notorio involucra a un paciente que desarrolló un cáncer de colon agresivo poco después de recibir múltiples dosis de la vacuna. Análisis posteriores sugirieron la presencia de material genético de la vacuna en el tejido tumoral.
Sin embargo, es crucial enfatizar que la correlación no implica causalidad. Los expertos advierten contra sacar conclusiones prematuras y subrayan la necesidad de estudios más amplios y rigurosos.
Opiniones Contrapuestas de los Expertos
La comunidad científica está dividida en cuanto a la interpretación de estos hallazgos. Algunos investigadores, como se discute en Full Measure News, argumentan que la persistencia del ADN de la vacuna podría teóricamente alterar la expresión genética y contribuir al desarrollo de cáncer.
Por otro lado, muchos oncólogos y virólogos sostienen que no hay evidencia sólida que respalde un vínculo causal entre las vacunas de ARNm y el cáncer. Señalan que los casos reportados podrían ser coincidencias o tener otras explicaciones.
La mayoría de los expertos coinciden en que se necesitan estudios a largo plazo y a gran escala para resolver definitivamente esta cuestión. Enfatizan la importancia de mantener una perspectiva equilibrada y basada en evidencia.
La Importancia de la Transparencia en la Investigación
La transparencia
Necesidad de Estudios Independientes
La realización de estudios independientes es esencial para validar y expandir nuestro conocimiento sobre la seguridad de las vacunas. Un informe del Parlamento Europeo ha subrayado la importancia de la investigación no financiada por la industria farmacéutica.
Estos estudios independientes pueden ayudar a abordar preocupaciones específicas, como la persistencia del ADN de la vacuna y sus posibles efectos a largo plazo. También pueden contribuir a una comprensión más completa de los mecanismos de acción de las vacunas.
La comunidad científica y el público en general se beneficiarían de una mayor diversidad de fuentes de investigación, lo que podría ayudar a disipar dudas y fortalecer la confianza en la seguridad de las vacunas.
El Papel de las Agencias de Salud
Las agencias de salud desempeñan un papel crucial en la supervisión y regulación de la investigación sobre vacunas. Según un análisis publicado en OSF, estas agencias tienen la responsabilidad de garantizar la transparencia y la integridad de los estudios clínicos.
Es fundamental que las agencias de salud fomenten un ambiente de apertura y colaboración entre investigadores independientes, la industria farmacéutica y los reguladores. Esto puede incluir la facilitación del acceso a datos brutos y la promoción de revisiones por pares rigurosas.
Además, las agencias de salud deben comunicar de manera clara y efectiva los hallazgos de la investigación al público. Como se discute en este video de YouTube, la comunicación transparente es esencial para mantener la confianza pública en las vacunas y en el sistema de salud en general.
Fuentes
https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC11077472/
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https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S027869152200206X
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https://jnephropharmacology.com/Inpress/npj-10593.pdf
https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acsomega.3c05287
https://www.science.org/content/blog-post/coronavirus-vaccines-and-cancer
https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/E-10-2025-002078_EN.html